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Ya tengo una empresa registrada ¿para qué voy a registrar mi marca? No son lo mismo y por tanto no se protegen de la misma forma. Si alguien no registra algo puede perder el derecho a utilizarlo y arriesgarse a que “se lo roben”. Generalmente no suele ser lo mismo el nombre de la empresa que de la marca.


¿Para qué voy a registrarlo si me lo van a robar igual o lo van a utilizar con total impunidad? Puede ser que otras personas acaparen el nombre de la marca o la creación que se ha hecho, pero si el legítimo propietario del derecho lo denuncia hablamos de un delito tipificado y las sanciones son importantes, por no hablar que no son muchas las personas o empresas que se atreven con marcas registradas o creaciones patentadas.

Me registro y tengo protección en todo el mundo. Esto no es totalmente cierto, a veces ni si quiera en el mismo sector, y es por ello por lo que hay que proteger la marca o patente en los países en los que se tiene intereses comerciales, porque no hay nada mundial que lo proteja todo en un mismo registro.

La propiedad industrial no me es útil ¿para qué sirve? En realidad tiene muchas aplicaciones prácticas, y además lleva tras de sí un conjunto de normas que la protegen, que permite reconocer la creación o creatividad. Si no se adquieren derechos por lo que se tiene, se está regalando un esfuerzo a otras personas que pueden aprovecharlo sin haberse esforzado para nada. Además, sin creatividad no habría muchas diferencias ni diferenciaciones.

Las marcas y las patentes son un gasto. Hay que pagar por las marcas y por las patentes, en muchas ocasiones el registro y mantenimiento, pero ello no quiere decir que sea un gasto, sino más bien una inversión. Conforme avanza el tiempo, si las cosas no se hacen realmente mal, la marca gana en prestigio, reconocimiento y fama, la marca crece y el gasto habrá sido una inversión en algo en crecimiento.

Voy a patentar mi idea, así no me la roban. Este es un error de lo más común, y es que las ideas no se patentan. Sí se puede patentar una ejecución práctica de una idea, pero la idea por sí no se puede patentar ni proteger, así que es importante encontrar una buena aplicación de esta idea para evitar que sea robada.

Patentaré mi novedoso modelo de negocio. Los modelos de negocio no se pueden patentar, saldo en Estados Unidos, ya que están fuera de la ley de patentes.

Puedo patentarlo y guardar el secreto sobre ello. Si no quieres que alguien sepa algo no lo digas, no lo muestres, no lo patentes. Pero si piensas que corres el riesgo de que alguien lo descubra o se le ocurra a otra persona más has de patentarlo para evitar quedarte sin tu invención. Eso sí, una vez patentado no es ningún secreto.

Puedo utilizar la patente de otra persona, siempre que le cambie algún detalle. No, no se puede, la patente tiene nivel inventivo y la invención no puede salir de algo que ya está en el mercado o registrado.

Si le cuento a alguien mi idea de patente no pasa nada, porque es mía. Si se le cuenta a alguien una patente que se va a registrar, o se muestra, en el momento en que sea patentada corresponde a la persona que lo ha hecho. Si no has sido tú te quedarás sin tu patente, pues será difícil de demostrar que es tuya, y aún así más difícil es que te la den como tuya.

Puedo patentar lo que quiera cuando quiera. Esto no es cierto, puedes hacerlo mientras no haya sido descubierto por otras personas, porque una vez que ya no es novedad no puede ser patentada. Las patentes han de contar con una novedad mundial. Y por supuesto no se puede patentar si lo ha hecho alguien antes, aunque pienses que es una idea que se te ha ocurrido.

Patentaré mi última creación de software. No se puede, esto sería como patentar un libro u otra cosa, sí se puede proteger por los derechos de autor pero no por los derechos de propiedad industrial.

Patentar es muy caro, registrar una marca también. No es cierto eso, aunque puede ser que personas sin muchos recursos no tengan la capacidad para afrontar su registro y arriesgarse a que sea una buena idea, además debe ser considerada como una inversión que merece la pena (siempre que lo que se patente valga algo). Registrar una marca no es muy caro, de hecho los que tienen una empresa suelen tener gastos mayores en cosas que no necesitan tanto, y además una marca debe ser considerada una inversión de la empresa.

Lo importante es la marca. No es verdad, ya que por muy fuerte que sea la marca si no se hacen las cosas bien el resultado puede ser desastroso. La marca es un elemento más, pero debe estar muy bien acompañado de una buena gestión de todo lo que se requiere para que el negocio funcione. Además, podemos ver lo que eran grandes marcas hace tiempo y lo poco que suponen en la actualidad, algunas ni existen.

Fuente: gestion.org